viernes, noviembre 03, 2006




EL COLOR DEL MAR
De qué color es el mar. La pregunta no es nueva ni tampoco trivial, mucho menos la respuesta. Todo va a depender de la perspectiva, de la realidad particular de cada actor que convive, sobrevive o lucra con su inmensidad.
- Para el científico, va a ser una función de múltiples factores, como la estacionalidad, toda vez que nuestras ricas zonas de surgencia favorecen una prolífera producción primaria durante la primavera, gracias a la fecunda acción de las algas que tiñen de verde las aguas con sus pigmentos fotosintéticos.
- Para una ballena es amarillo pálido, la última visión que encuentra en el rostro del verdugo que brutalmente la embiste.
- Para el oficial de la armada es rojo, como la sangre de los ilustres próceres que desinteresadamente entregaron su vida por la nación, o como aquella de quienes fueron bestialmente torturados y asesinados hasta diluirse entre sus aguas.
- Mientras que para aquel de mayor rango probablemente se muestra como una combinación de colores, blanco, azul y rojo al igual que la bandera.
- Para el próspero empresario industrial pesquero es dorado, igual que los lingotes fruto de la explotación irracional e irresponsable de la riqueza de nuestros océanos.
- Para los dueños de las celulosas es gris, del mismo tono que las porquerías que vierten en la costa o negro, como su conciencia.
- Para nuestros hermanos bolivianos no importa, desde que se los arrebatamos.
- Tampoco importa el color para el gobierno, ya que es un mar democrático que representa el sentir de todos los chilenos y que vela por el bienestar de cada uno de los habitantes.
- Naranjo para el empresario salmonero, muy naranjo.
- Mientras que para el buzo que trabaja para enriquecerlo se encuentra en penumbras, como su muerte.
- Sólo para los niños es azul, ajenos a tanta barbaridad; aunque para aquellos pobres y marginales es aún más oscuro, como el hambre.
- Verde para el empresario portuario, como los dólares.
- Azabache para los petroleros, de igual matiz que el producto del que despoja a los fondos marinos.
- Para los indígenas de la costa es de colores infinitos como su territorio.
- Invisible para un pez, como para nosotros es el aire.
- Mientras que para los pescadores artesanales al igual que para un naufrago el mar ya no tiene color, sólo sabor, salado como el sudor y las lágrimas.
Juan José Valenzuela. Biólogo Marino de Oceana.