martes, noviembre 07, 2006


Matar a Sadam
LA CONDENA a muerte contra Sadam Hussein podría ser la ruina final de la aventura occidental en Irak, que derrocó a un régimen y dislocó todo el precario equilibrio de la región. También podría revelarse en su timming como una vergonzosa manipulación política.
La apuesta penal estadounidense en Irak fue estimada como una “movida electoral” por analistas, aunque funcionarios de Washington aseguran que la ejecución de Sadam será un “golpe decisivo” contra la insurgencia y acelerará la estabilización del país. Pero otras fuentes dicen que la violencia sectaria sólo se exacerbaría.
Importantes líderes europeos coinciden con juristas eminentes en que el juicio a Hussein será uno de los más arbitrarios en la historia contemporánea. Un juicio a Sadam, dicen, fue siempre imposible.
Hoy ni siquiera tiene “prestigio”. No sólo han muerto abogados defensores: también han sido expulsados por el Gobierno jueces instructores.
Matar al enemigo vencido siempre fue la mayor urgencia de los criminales de guerra. Si matan a Sadam ¿gana George W. Bush la guerra?