lunes, febrero 26, 2007


Cómo volver de vacaciones y no morir en el intento

Esta semana terminan las vacaciones para miles de chilenos para los que el retorno a la capital puede convertirse en un problema. Sobre todo si a las ya estresantes compras de marzo, los tacos, las deudas y el cambio en los horarios de levantarse

El estrés post-vacaciones no es algo nuevo y suele relacionarse con los trámites y deberes que suelen posponerse para el regreso del período de descanso

La sicóloga Gigliola Satriani asegura que efectivamente la vuelta de vacaciones puede provocar situaciones de estrés, sobre todo si se considera que marzo es un mes especialmente difícil, porque es un momento peak para las personas y para la ciudad. “No es bueno volver tan encima de esa fecha, además este va a ser un año especial, porque con la implementación del nuevo sistema de transporte lo más probable es que se pase más de un mal rato”, declara Satriani.

La profesional recomienda volver de vacaciones dos o tres días antes de reintegrarse a las labores rutinarias, para poder acomodarse de manera paulatina.

Ahora, para quienes hayan tenido unas vacaciones cortas, vale decir menos de dos semanas, Satriani recomienda ser lo más eficiente posible: “Trabajar a full las ocho horas, pero luego estar de vuelta en la casa a una hora prudente para poder descansar o tratar de retomar alguna actividad que desconecte de la pega”.

Comienza marzo y se terminan las vacaciones. La mayoría de los chilenos retoma sus actividades y todos comienzan a pensar en el trabajo. Pero los más pequeños, también se ven afectados por este cambio, se acaba el recreo de verano y su mayor preocupación es la vuelta a clases.

Los escolares deben abandonar sus relajados horarios de verano, para retomar de lleno el ritmo del año escolar.

También los niños

Soledad Larraín, sicóloga y consultora de Unicef, explica que la disminución en las horas de sueño es uno de los problemas más recurrentes en esta época del año. “La mayoría de los pequeños cambia su ritmo durante las vacaciones, se acuestan más tarde y por ende se despiertan dos o tres horas después del horario de colegio. Volver a levantarse a las siete de la mañana es lo que más lamentan los niños”.

Por lo mismo, una de las recomendaciones que entrega la sicóloga es no realizar un cambio demasiado brusco, sino que adaptarlos paulatinamente a su nuevo horario. “Al menos una semana antes deben volver al ritmo anterior, acostarse temprano y levantarse un poco después de su horario normal. Es importante que los niños tengan al menos 10 horas de sueño. De lo contrario, vamos a enfrentarnos con estudiantes somnolientos, mal genios y con grandes dificultades de atención”, señala.