jueves, enero 18, 2007




COMPRENSIÓN LECTORA: LEER, LEER Y LEER

La mejor forma de preparar a un niño para la vida, aseguran los especialistas, es afianzar su gusto por la lectura. No hay que bajar la guardia, ni siquiera en verano, para evitar que pierdan habilidades de comprensión. La no-ficción y los cómics son sus favoritos.

¿Cuántos niños recibieron en la Navidad un libro de regalo?

Sin ánimo de exagerar, lo más probable es que la cifra sea escuálida, sobre todo si se hace caso a las estadísticas: apenas el 12,5% de los padres chilenos con educación superior lee historias y cuentos a sus hijos y lo común es que en las casas el promedio de títulos a disposición de los pequeños sea muy bajo, no más de 10 cuentos. Pero la verdad de las cifras es irrefutable. El que no lee tiene una mala comprensión y el efecto que eso produce en su aprendizaje es muy grande, tanto que dura ¡toda la vida! Por esta razón, los especialistas advierten que nunca hay que bajar la guardia.

En el verano la lectura es igual de importante, porque el niño o niña que no abra un libro, sea del género que sea, perderá habilidad y reanudará el año escolar en desventaja.

La prueba internacional PISA retrata la realidad sin edulcorarla. El 20% de los escolares chilenos no alcanza el nivel más básico de comprensión lectora; por lo tanto, aunque permanecen en el sistema escolar, no pueden beneficiarse a fondo de él, ni utilizar la lectura como una herramienta para adquirir conocimientos y habilidades en distintas áreas.


Pero la solución a futuro es más simple de lo que parece, asegura la norteamericana Carole Cummings: "si se les da a los niños un tiempo de 20 a 30 minutos por día para leer un libro de su propia elección, su promedio en las pruebas estandarizadas (como el Simce) debiese aumentar en un 20% aproximadamente".

Estas afirmaciones se basan en un estudio realizado en la Universidad de Illinois (EE.UU.) a alumnos de quinto básico. Este demostró que a más tiempo promedio de lectura diaria, mayores son los logros en comprensión lectora.

  • El óptimo es un niño que dedica a la lectura independiente 90,7 minutos por día, lo que equivale a 4 millones 700 mil palabras al año.
  • El que se entrega a esta actividad durante 40,4 minutos estará leyendo al año 2 millones 300 mil palabras.
  • Entanto, en el nivel más bajo ( percentil 10) está el niño que dedica 1,6 minutos a la lectura independiente, y por lo tanto incorporará 51 mil palabras al año.

Hay unanimidad en los estudios: la lectura frecuente es una de las maneras más potentes y exitosas de aumentar la fluidez, construir vocabulario, mejorar la comprensión y el conocimiento general. De hecho, el rendimiento en la mayoría de las asignaturas y campos académicos, incluyendo las ciencias y las matemáticas, hoy requiere comprensión lectora en contenidos que son informativos, es decir, de no-ficción.


No ser lector perjudica a futuro incluso en el trabajo, tal como lo demostró la última encuesta de alfabetización lectora en adultos, realizada por la OECD (Organization for Economic Cooperation and Development). La investigación dejó al descubierto que más del 20% de los profesionales y gerentes chilenos tienen un nivel básico de comprensión lectora, mientras que en Estados Unidos la cifra es del 5,1% y en Alemania de 1,5%.