jueves, febrero 01, 2007


El Partido Comunista exige que se interrogue a los 900 agentes de la DINA
El presidente del Partido Comunista Guillermo Teillier señaló que la casa de Pinochet podría ser declarada un monumento a la tortura y al genocidio. Las declaraciones las realizó al expresar la indignación de la colectividad al conocerse espeluznantes detalles del asesinato de Victor Díaz y otros miembros de las direcciones clandestinas del PC a manos de la DINA, organismo que según se ha revelado en el proceso, dependía directamente del ex dictador.


Teillier advirtió que a pesar de los espeluznantes antecedentes que han ido apareciendo en este y otros procesos, aún no existe la voluntad de investigar a todos quienes se desempeñaron como agentes de la DINA y la CNI e individuos que fueron capaces de cometer estos crímenes horribles deambulan por las ciudades de Chile como si fueran “cualquier hijo de vecino” e incluso pueden postular a cargos públicos, por lo que solicitarán a la Ministra de Defensa la entrega de la nómina de ex agentes de los servicios represivos.

En este sentido, señaló que como partido tienen un listado de 900 nombres, que han entregado a la justicia y que sin embargo no han sido interrogados para permitir recopilar nuevos antecedentes, enclarecer la verdad y hacer justicia.Asimismo, llamó a la presidenta Michelle Bachelet a cumplir con los compromisos contraídos durante su campaña, con relación a facilitar la verdad y la justiciaASESINATOS

Recordó que según los antecedentes del proceso, el centro de exterminio ubicado en calle Simón Bolívar sirvió de lugar de reclusión y tortura tanto para la dirección del PC que desapareció desde calle Conferencia, como de la que fue detenida en diciembre del 1976 y que encabezaba el académico de la Universidad de Chile e historiador, Fernando Ortiz, quien es padre de la actual directora de la JUNJI, Estela Ortiz.
Señaló que en ese centro se utilizaron métodos experimentales de tortura, los que fueron aplicados a los prisioneros con un fin abiertamente genocida en contra del Partido Comunista, ya que al momento de las detenciones de 1976, los servicios de seguridad conocían los antecedentes de un gran número de militantes y dirigentes, información que precisamente les había servicio para llegar a los dirigentes máximos de la organización.
“Por lo tanto lo que se buscó al matar a nuestros compañeros, al torturarlos de manera tan cruel y finalmente asesinarlos, no es el afán de investigar nada sino la voluntad de exterminar físicamente al Partido Comunista”, señaló.Teillier recorrió el itinerario que según las revelaciones de los procesados en el caso calle Conferencia, hicieron los dirigentes comunistas desde su detención, los que habrían sido trasladados desde Simón Bolívar al centro llamado Casa de Piedra en el Cajón del Maipo, en dónde son visitados por el propio Pinochet, lo que deja clara la responsabilidad del ex dictador en estos crímenes.
“Se trató de quebrantar a estos prisioneros para que colaboraran y al no lograrlo, son asesinados. El propio Pinochet concurre al lugar para ver el botín de guerra y se encuentra con las palabras consecuentes de Víctor Díaz, quien le dice que tratar de terminar con el Partido Comunista es como vaciar el mar con un balde.
Es ahí donde se toma la decisión de asesinarlos, la que sin duda surge del propio Pinochet y es ejecutada por Manbuel Contreras quien le da la orden a Juan Morales Salgado. Una de las mujeres le inyecta cianuro a Victor Díaz, para luego amarar una bolsa plástica a su cuello asfixiándolo”, señaló Teillier.

Luego, junto a otros 11 cuerpos sus restos son trasladados a Peldehue, donde los suben a un helicóptero Puma “y no está claro si los tiran al mar o en quebradas del mismo Cajón del Maipo o en las minas de cal de Lonquen, en eso hay contradicciones en los testimonios”, puntualizó el dirigente.

Añadió de que existen testimonios que a una de las mujeres detenidas, la mataron en torturas a pesar de haber comprobado que se encontraba embarazada de tres meses.