domingo, febrero 04, 2007



La secreta historia del Chico Lagos


En un hogar de ancianos –lejos del reconocimiento oficial y a los 94 años- murió el fotógrafo que registró las últimas imágenes del ex Presidente el día del golpe de Estado. Luis Orlando Lagos Vásquez renunció a la fama mundial que se merecía por un pacto secreto firmado con “The New York Times” y ni en su funeral salió a la luz el misterio del retratista del 11-S-73.


Fue un secreto tan bien guardado, que en todos los homenajes rendidos en estos días al fallecido nadie ha explicitado la hazaña realizada por este pequeño gigante de la fotografía chilena, Luis Orlando Lagos Vásquez retrató –con una cámara Leica– desde adentro el drama que se desencadenaría en La Moneda a primeras horas del 11-S-73. Registró así para la historia el último recorrido de Salvador Allende por las dependencias de palacio, rodeado de gaps y carabineros hasta ese momento leales, cuando ya los aviones golpistas sobrevolaban el centro de Santiago, eligiendo el trayecto posterior de sus bombas contra la sede del Gobierno.


Después de cumplir su deber profesional, Orlando Lagos, fotógrafo oficial de La Moneda desde 1970 –1,55 de estatura–, logró salir de allí junto con las hijas del Presidente Allende, Beatriz e Isabel (la actual diputada), entre otros, en una breve tregua concedida por los militares, que avanzaban con tanques e infantería hacia todas las salidas.


Llevaba oculto entre los pliegues más íntimos de su ropa el rollo con los negativos, -base de las imágenes que se harían célebres, dejándolo a él en un anonimato que duró décadas, y que recién termina con esta crónica. Las fotos del Chico Lagos se publicaron tres semanas más tarde en Estados Unidos, y empezaron a dar vueltas desde entonces por el mundo, en miles y miles de copias sin atribución de autor. La mayoría de las veces como testimonio del último acto político de Salvador Allende, pero también como ejemplo de foto-reportaje en círculos profesionales y académicos.


RECHAZÓ UNA CASA



El Chico Lagos fue el fotógrafo personal de Allende durante sus cuatro campañas presidenciales. Cuando ambos llegaron a La Moneda, en 1970, el Presidente quiso regalarle una casa. Pero el reportero gráfico la rechazó, indignado. Lo más que obtuvo el Mandatario es que aceptara la instalación de un teléfono en su domicilio de la calle Lord Cochrane. “Estoy cansado de mandarte a buscar en taxi cada vez que te necesito”, se justificó el Presidente. El 11-S-73, Orlando Lagos llegó por sus propios pies hasta la sede de Gobierno.